Fueron 21 días.
- papaalphaa
- 12 nov 2020
- 3 Min. de lectura
(Texto escrito por David Belmar Cliville)
Fueron solo 21 días, y hace ya más de 480 días de aquello.
Conocí Papa Alpha gracias a un gran amigo, y bastó con una tranquila conversación (sí, exacto, una de esas “sin prisas” tan inusuales en nuestras vidas) para saber que no perdería la oportunidad de poder acompañarle en la siguiente expedición. Necesitaba viajar hasta ese mágico lugar, conocer aquellas fantásticas personas de las que me hablaba, y ofrecer mi pequeña ayuda para colaborar con este precioso proyecto.
Ya hacía algunos años que Papa Alpha había empezado, pero era la primera vez (febrero 2019) que únicamente un equipo de salud viajaba hasta Thiancoumalal. Esta vez con más material, más manos, más conocimiento y un poquito más de experiencia. Teníamos el objetivo de, más allá de ofrecer la indiscutible atención sanitaria básica durante nuestra corta estancia, trabajar para encontrar objetivos de salud a medio plazo e intentar empezar a consolidar el proyecto Papa Alpha más allá de la atención y educación sanitaria temporal.

Visto con perspectiva, a ellos les mejoramos probablemente muy poco su vida, aunque lo intentamos mucho y ofrecimos nuestro tiempo y esfuerzo físico y mental en ello. No parábamos de atender a personas: las escuchábamos (con la ayuda de geniales traductores), discutíamos diagnósticos y soluciones, anotábamos para registrar todos los datos y ofrecíamos ese parche temporal en forma de cura o medicina que tan fútil y escueto les resulta. Otros días realizábamos talleres divertidos de educación sanitaria por los poblados, intentando con cuentos y canciones buscar las sonrisas de los niños y su atención para mostrarles y crear el recuerdo de la importancia de un lavado de manos o cepillado de dientes. Andábamos por largos y secos caminos (lo malo de viajar en época seca) para repetir la misma secuencia, mientras experimentaba con sabor agridulce a la vez felicidad por formar parte de este ilusionante proyecto (conocer Thiancoumalal y su gente, y compartirlo con extraordinarios compañeros) y a la vez la evidente tristeza de comprender el enorme tamaño de poblaciones y personas que sobreviven a diario en crueles condiciones de pobreza extrema.
Visto con perspectiva, a pesar de lo dicho, creo que sí conseguimos algunas cosas importantes. Por las noches, mientras disfrutábamos de las fabulosas cenas de Rama y jugábamos con los más enérgicos niños del planeta, buscábamos también momentos de charlas con Alpha y Tapha para comentar, reflexionar, plantear juntos opciones de mejora y discutirlas. Al volver, tras reunirnos con toda la asociación y Alpha priorizamos objetivos, y tras un año y medio es un orgullo ver cómo se ha podido con el esfuerzo de tantísimas personas conseguir el primer objetivo del equipo sanitario: la construcción de la casa de salud de Thiancoumalal. Sin duda, de forma paralela, otras muchas personas han trabajado para conseguir otros objetivos; y hemos podido empezar a trabajar (desgraciadamente todavía sólo desde la distancia) con la formación de un agente de salud para poder, en breves, ofrecer al poblado ayuda en salud permanente con lo más básico.
Creo que Papa Alpha se trata de esto: personas que con ilusión y motivación se esfuerzan para colaborar y ofrecer su pequeño granito de arena en intentar reducir pasito a pasito la triste e injusta desigualdad entre nuestras dos poblaciones.
Fueron solo 21 días, y hace ya más de 480 días de aquello… Pero no pasan más de dos días sin que pase por mi cabeza un recuerdo o pensamiento de mis días en Thiancoumalal. Sin duda alguna, visto con perspectiva, lo único que sé es que ellos sí que me han ayudado: ¡cuánto me habéis enseñado! Qué curioso resulta cuando personas que descubres en tan poco tiempo tienen un impacto mucho mayor en ti que aquellas con quienes nos cruzamos durante años. Y el poblado. Sus sonrisas, su amabilidad, su energía, su bondad… su forma de luchar, de ser resilientes… de aprovechar el tiempo, de disfrutar de la felicidad a diario… Volveré. Por ellos y por mi. Ojalá con vosotros equipo (pero en época lluviosa). Y desde la distancia me dejaré de excusas. Enare ware. ¿Por qué nos cuesta tanto ponerlo en práctica? Buscaré este tiempo que desgraciadamente tanto cuesta encontrar en nuestras ajetreadas vidas, para “sin prisas”, volver a trabajar con vosotros e intentar aportar (con material, ideas, o lo que sea) y colaborar en la formación sanitaria u otros objetivos de Papa Alpha. Diarama Thiancoumalal. Diarama Papa Alpha. Fueron solo 21 días.
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